Luniciosas: Halloween solidario, tarta de calabaza

Como os comenté en la entrada anterior, mi hijo celebró en su colegio una fiesta de Halloween solidaria, con la que colaboramos llevando dulces para acompañar una chocolatada.
Nosotros llevamos las galletitas que os enseñé en la entrada pasada, y una tarta de calabaza.

La receta es de "Maria Lunarillos", aunque algo modificada.

TARTA DE CALABAZA ( tal y como yo la hice):

200 ml de aceite de girasol
200 gr de azúcar moreno
100 gr de azúcar blanco
4 huevos M
300 gr de puré de calabaza*
una cucharadita de extracto de vainilla
275 gr de harina
1'5 cucharadita de levadura química
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1'5 cucharadita de canela molida
media cucharadita de sal
125 ml de buttermilk**

*Puré de calabaza: yo cocí la calabaza en el microondas. Para ello troceé la calabaza ( ya pelada y sin pepitas ), y la pinché con un tenedor, y la puse en un plato. La introduje en el microondas a potencia máxima durante 5 minutos. Lo que hago es que la voy sacando y dando la vuelta, comprobando que se está cociendo. Estará lista cuando esté blandita. Entonces esperaremos a que temple y la escurriremos.

**Buttermilk: es un suero de leche que se utiliza para dar jugosidad a los bizcochos. Lo podemos hacer en casa, necesitamos leche semi o desnatada y una cucharada de zumo de limón. Añadimos el zumo de limón a la leche, mezclamos y dejamos reposar 10 minutos a temperatura ambiente. Y antes de usarlo lo volvemos a remover. Tiene aspecto de yogur para beber.

Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.

Tamizamos la harina, la levadura, el bicarbonato, la canela y la sal, y reservamos.

Batimos el azúcar moreno y blanco con el aceite, una vez batido vamos añadiendo los huevos uno a uno, batiendo hasta que estén bien integrados.Añadimos ahora el puré de calabaza y la vainilla y mezclamos.

A continuación, vamos añadiendo de forma alterna, la harina y el buttermilk, y vamos removiendo con una espátula de silicona, hasta que esté todo bien mezclado.

Ponemos la mezcla en el molde, yo usé uno de 18 cm, y horneamos hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio.

Dejamos templar, y desmoldamos, y dejamos enfriar en una rejilla.

Os puedo asegurar que está delicioso y jugosísimo, tanto que esta vez ni siquiera lo quise rellenar.

Lo cubrí con ganache de chocolate negro y decoré con fondant y rotulador de tinta negra comestible.
Los fantasmitas son cake pops, que ya os explicaré cómo hacerlos en otra entrada.